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El genio, como poder explosivo, supera a la pólvora; y si falta el conocimiento, que debe orientar ese poder, no son pocas las probabilidades de que el cohete simplemente se desboque entre amigos y enemigos.
El genio, como poder explosivo, supera a la pólvora; y si falta el conocimiento, que debe orientar ese poder, no son pocas las probabilidades de que el cohete simplemente se desboque entre amigos y enemigos.