Autores:
  • Aterrorizados de estar solos, pero temerosos de la intimidad, experimentamos sentimientos generalizados de vacío, de desconexión, de irrealidad del yo. Y aquí el ordenador, un compañero sin exigencias emocionales, ofrece un compromiso. Puedes ser un solitario, pero nunca estar solo. Puedes interactuar, pero nunca sentirte vulnerable ante otra persona.

    Sherry Turkle (1985). “The Second Self: Computers and the Human Spirit”, Touchstone Books