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Para quien profane los templos de los antiguos dioses, una muerte cruel y violenta será su destino, y nunca su alma encontrará descanso hasta la eternidad. Tal es la maldición de Amón-Ra, rey de todos los dioses.
Para quien profane los templos de los antiguos dioses, una muerte cruel y violenta será su destino, y nunca su alma encontrará descanso hasta la eternidad. Tal es la maldición de Amón-Ra, rey de todos los dioses.