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  • Hay un subidón de endorfinas cuando vomitas. Es como un muro de corredores. Una vez que cruzas ese muro, una vez que cruzas ese muro y vomitas, sientes un subidón. Hay sustancias químicas buenas allí. Y también, has hecho más espacio en tu intestino, en tu estómago, en tu garganta para más contenido, ya sean líquidos o alimentos.

    Fuente: collider.com