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No debemos tener piedad de los mosquitos ni de las pulgas. Haríamos bien en ahorcar a los ladrones de poca monta, a los calumniadores de poca monta y a los calumniadores.
No debemos tener piedad de los mosquitos ni de las pulgas. Haríamos bien en ahorcar a los ladrones de poca monta, a los calumniadores de poca monta y a los calumniadores.