-
¿Qué saben los botánicos? Nuestras vidas deben ir entre el liquen y la corteza. El ojo puede ver por la mano, pero no por la mente. Todavía estamos naciendo, y no tenemos más que una visión borrosa del mar y la tierra, el sol, la luna y las estrellas, y no veremos con claridad hasta pasados nueve días por lo menos.