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[Los sillones y sillas cubiertos de arañazos apuntan lejos unos de otros, lo que hace posible que una docena de personas se sienten a la vez en esta sala y no tengan que hablar con ninguna otra, lo que es un milagro en la disposición de los muebles.
[Los sillones y sillas cubiertos de arañazos apuntan lejos unos de otros, lo que hace posible que una docena de personas se sienten a la vez en esta sala y no tengan que hablar con ninguna otra, lo que es un milagro en la disposición de los muebles.