-
Probablemente, si nuestras vidas se ajustaran más a la naturaleza, no necesitaríamos defendernos de sus calores y resfriados, sino que la encontraríamos nuestra enfermera y amiga constante, como hacen las plantas y los cuadrúpedos.
Probablemente, si nuestras vidas se ajustaran más a la naturaleza, no necesitaríamos defendernos de sus calores y resfriados, sino que la encontraríamos nuestra enfermera y amiga constante, como hacen las plantas y los cuadrúpedos.