Inclinándome en ciega credulidad, como es mi costumbre, ante la mera autoridad y la tradición de los ancianos, tragándome supersticiosamente una historia que no pude comprobar en su momento mediante la experimentación o el juicio privado, soy de la firme opinión de que nací el 29 de mayo de 1874 en Campden Hill, Kensington; y bautizado según los formularios de la Iglesia de Inglaterra en la pequeña iglesia de San Jorge, frente a la gran Torre de la Fábrica de Aguas que dominaba esa cresta.