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La justicia, aunque se debe al acusado, también se debe al acusador. El concepto de imparcialidad no puede forzarse hasta reducirlo a un filamento. Debemos mantener el equilibrio.
La justicia, aunque se debe al acusado, también se debe al acusador. El concepto de imparcialidad no puede forzarse hasta reducirlo a un filamento. Debemos mantener el equilibrio.