-
Y cuando aprendes, a lo largo de tu vida, que no se trata de complacer a Dios, sino de aprender a confiar en Dios. Ese es un gran punto de inflexión, porque la confianza es un juego totalmente diferente al de apaciguar o complacer.
Y cuando aprendes, a lo largo de tu vida, que no se trata de complacer a Dios, sino de aprender a confiar en Dios. Ese es un gran punto de inflexión, porque la confianza es un juego totalmente diferente al de apaciguar o complacer.