-
Casi nunca agradecemos un buen reloj cuando funciona bien, y sólo le prestamos atención cuando falla, porque entonces nos pilla por sorpresa. Debería ser al revés.
Casi nunca agradecemos un buen reloj cuando funciona bien, y sólo le prestamos atención cuando falla, porque entonces nos pilla por sorpresa. Debería ser al revés.