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Que nunca te quiten el alma, que nunca te quiten el honor, y que nunca te hagan creer que el alma y el honor no corren un terrible riesgo si entras cojeando en la vida con la carga de una deuda sobre los hombros.
Que nunca te quiten el alma, que nunca te quiten el honor, y que nunca te hagan creer que el alma y el honor no corren un terrible riesgo si entras cojeando en la vida con la carga de una deuda sobre los hombros.