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Adorna el alma con sencillez, con prudencia y con todo lo que no es ni virtuoso ni vicioso. Ama a todos los hombres. Camina según Dios; pues, como ha dicho un poeta, sus leyes lo rigen todo.
Adorna el alma con sencillez, con prudencia y con todo lo que no es ni virtuoso ni vicioso. Ama a todos los hombres. Camina según Dios; pues, como ha dicho un poeta, sus leyes lo rigen todo.