Entre el trabajo y el juego está el trabajo. Un hombre es un trabajador si está personalmente interesado en el trabajo por el que la sociedad le paga; lo que desde el punto de vista de la sociedad es un trabajo necesario, desde su punto de vista es un juego voluntario. Que un trabajo deba clasificarse como labor o trabajo depende, no del trabajo en sí, sino de los gustos del individuo que lo realiza. La diferencia no coincide, por ejemplo, con la que existe entre un trabajo manual y uno mental; un jardinero o un zapatero pueden ser obreros, un empleado de banca, trabajadores.