-
Deseo la popularidad, pero es esa popularidad la que sigue; no la que se persigue. Es esa popularidad la que, tarde o temprano, nunca deja de hacer justicia a la persecución de fines nobles, por medios nobles.
Deseo la popularidad, pero es esa popularidad la que sigue; no la que se persigue. Es esa popularidad la que, tarde o temprano, nunca deja de hacer justicia a la persecución de fines nobles, por medios nobles.