-
Es una máxima de la criptología que lo que un hombre puede idear, otro lo puede desentrañar. Este principio mantiene empleados a ejércitos de abogados fiscales y contables, pero no aporta nada a nuestra productividad nacional.
Es una máxima de la criptología que lo que un hombre puede idear, otro lo puede desentrañar. Este principio mantiene empleados a ejércitos de abogados fiscales y contables, pero no aporta nada a nuestra productividad nacional.