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Estoy persuadido de que los pueblos del mundo no tienen agravios, unos contra otros. Las esperanzas y los deseos de un hombre que cultiva la tierra son prácticamente los mismos tanto si vive a orillas del Colorado como si vive a orillas del Danubio.
Estoy persuadido de que los pueblos del mundo no tienen agravios, unos contra otros. Las esperanzas y los deseos de un hombre que cultiva la tierra son prácticamente los mismos tanto si vive a orillas del Colorado como si vive a orillas del Danubio.