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Recuerda que el príncipe es como un espejo expuesto a los ojos de todos sus súbditos, que lo miran continuamente como un modelo en el que modelarse y que, en consecuencia, descubren sin muchos problemas sus vicios y virtudes.
Recuerda que el príncipe es como un espejo expuesto a los ojos de todos sus súbditos, que lo miran continuamente como un modelo en el que modelarse y que, en consecuencia, descubren sin muchos problemas sus vicios y virtudes.