-
Cuando la gente trata la corrupción como una parte rutinaria del proceso, tenemos algo mucho peor que una fechoría o un fallo moral. Tenemos un cáncer político que genera cinismo sobre el gobierno democrático e infecta a toda la sociedad.
Cuando la gente trata la corrupción como una parte rutinaria del proceso, tenemos algo mucho peor que una fechoría o un fallo moral. Tenemos un cáncer político que genera cinismo sobre el gobierno democrático e infecta a toda la sociedad.