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La pretensión puede quedarse quieta, pero no puede actuar. La pretensión nunca fingió un acto de grandeza real. La pretensión nunca escribió una Ilíada, ni derrocó a Jerjes, ni cristianizó el mundo, ni abolió la esclavitud.
La pretensión puede quedarse quieta, pero no puede actuar. La pretensión nunca fingió un acto de grandeza real. La pretensión nunca escribió una Ilíada, ni derrocó a Jerjes, ni cristianizó el mundo, ni abolió la esclavitud.