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Sé perfectamente resignado, perfectamente despreocupado; sólo entonces podrás realizar un trabajo verdadero. Ningún ojo puede ver las fuerzas reales; sólo podemos ver los resultados. Olvídate de ti mismo, deja que Dios trabaje, es SU asunto.
Sé perfectamente resignado, perfectamente despreocupado; sólo entonces podrás realizar un trabajo verdadero. Ningún ojo puede ver las fuerzas reales; sólo podemos ver los resultados. Olvídate de ti mismo, deja que Dios trabaje, es SU asunto.