El sufrimiento en la vida puede revelar profundidades incalculables del carácter y una fuerza desconocida para el servicio. Las personas que pasan por la vida sin que les afecte la pena ni el dolor tienden a ser superficiales en su perspectiva de la vida. El sufrimiento, por el contrario, tiende a arar la superficie de nuestras vidas para descubrir las profundidades que proporcionan una mayor fuerza de propósito y realización. Sólo la tierra profundamente arada puede producir cosechas abundantes.