-
Las canoas también son discretas; no asaltan el mundo natural ni cabalgan sobre él, sino que se adentran en él como parte de su propio silencio. Como a uno le importa o no la tierra, le gustan o no las cosas tranquilas: los veleros, las mañanas verdes y lluviosas en lugares extranjeros, los rebaños pastando o las ruinas de antiguos monasterios en las montañas. . . . Las posibilidades de estar tranquilo hoy en día son limitadas.