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La ley no puede salvar a quien la niega, pero tampoco puede servir a quien no la utiliza. La historia de la injusticia y la desigualdad es una historia de desuso de la ley.
La ley no puede salvar a quien la niega, pero tampoco puede servir a quien no la utiliza. La historia de la injusticia y la desigualdad es una historia de desuso de la ley.