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Cuanto más afligido estés, más debes alegrarte, porque en el fuego de la tribulación el alma se convertirá en oro puro, digno de ser colocado y brillar en el palacio celestial.
Cuanto más afligido estés, más debes alegrarte, porque en el fuego de la tribulación el alma se convertirá en oro puro, digno de ser colocado y brillar en el palacio celestial.