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Dios no me haría desear algo imposible y por eso, a pesar de mi pequeñez, puedo aspirar a ser santa. Es imposible que crezca, así que me aguanto tal como soy, con todos mis innumerables defectos. Pero buscaré algún medio de ir al cielo por un caminito que es muy corto y muy recto, un caminito que es muy nuevo[...] Son tus brazos,
Jesús, que son el ascensor para llevarme al cielo, Y por eso no hay necesidad de que crezca. Al contrario: Debo permanecer pequeño y hacerme cada vez menos.