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Esos tejados brillantes, esas torres empinadas, esos lagos-joya, esas madejas de líneas de ferrocarril... todo le hablaba y ella respondía. Se alegró de que estuvieran allí. Ella les pertenecía y ellos a ella.
Esos tejados brillantes, esas torres empinadas, esos lagos-joya, esas madejas de líneas de ferrocarril... todo le hablaba y ella respondía. Se alegró de que estuvieran allí. Ella les pertenecía y ellos a ella.