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Tenemos que asegurarnos de que nuestras actividades y nuestras actitudes se alinean con lo que agrada a Dios en primer lugar. Donde más centremos nuestra atención se convertirá en la fuerza motriz de nuestras vidas.
Tenemos que asegurarnos de que nuestras actividades y nuestras actitudes se alinean con lo que agrada a Dios en primer lugar. Donde más centremos nuestra atención se convertirá en la fuerza motriz de nuestras vidas.