Cuando llegué a Estados Unidos, fui a William Morris Endeavor para una reunión y les dije: "Sí, soy de Australia y hago comedia". Creo que una de las razones por las que me contrataron es porque no era como cualquier otra chica. Tal vez las chicas no se animan. Las que se animan a irse a Hollywood son las más guapas de su ciudad natal, Iowa, o algo así. Mientras que a mí, de donde vengo, de los suburbios occidentales de Sydney, nadie se me ocurrió pensar que de allí saldrían actores profesionales. Incluso mi propia familia decía: "Nadie te querría en una serie".