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Querido amigo, te ruego que si quieres demostrar tu gran aprecio por mí, no me hagas votos. La palabrería no es amor; deja que tu fe hable por ti.
Querido amigo, te ruego que si quieres demostrar tu gran aprecio por mí, no me hagas votos. La palabrería no es amor; deja que tu fe hable por ti.