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No sermonee demasiado a sus alumnos ni abunde en buenas palabras en abstracto. Espere más bien las oportunidades prácticas, aprovéchelas cuando se le presenten y consiga así que sus alumnos piensen, sientan y hagan.
No sermonee demasiado a sus alumnos ni abunde en buenas palabras en abstracto. Espere más bien las oportunidades prácticas, aprovéchelas cuando se le presenten y consiga así que sus alumnos piensen, sientan y hagan.