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  • Pues bien, hace años y años, empecé a hacerme tres preguntas muy sencillas, que dominaron mi vida durante muchos años. Una de ellas era: "¿Por qué las organizaciones de todo el mundo, ya sean comerciales, sociales o religiosas, son cada vez más incapaces de gestionar sus asuntos?". La segunda pregunta era: "¿Por qué los individuos de todo el mundo están cada vez más en conflicto y alejados de las organizaciones de las que forman parte?". Y la tercera era: "¿Por qué la sociedad y la biosfera están cada vez más desorganizadas?".