Mucha gente piensa que no puede hacer nada para cambiar su karma: está predestinado, así que ¿para qué molestarse en intentar cambiar su situación? Esto es lo que asusta a la gente. Esta gente piensa que para aceptar la realidad del karma hay que ser pasivo. Eso no es cierto. El karma es activo. Podemos -en un abrir y cerrar de ojos- tomar decisiones que darán forma a nuestro futuro y transformarán las partes de nuestra vida que nos causan infelicidad.