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Siempre he sabido que, porque Dios me rescató tan milagrosamente, también me utilizaría a mí. Dios siempre utiliza a los no cualificados para cumplir su encargo. Esto asegura que ningún hombre pueda atribuirse el mérito. A Dios le gustan aquellos de nosotros que son sacados de las profundidades del pecado y nos unge para hacer lo mismo por otros. Somos aquellos que tienen el testimonio que comienza con.... "¡Si no hubiera sido por Jesús!".