Autores:
  • Hay en ellos un fuego más suave que el del rubí, está el púrpura brillante de la amatista y el verde mar de la esmeralda, todos brillando juntos en increíble unión. Algunas por su esplendor rivalizan con los colores de los pintores, otras con la llama del azufre ardiente o del fuego avivado por el aceite.