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El dinero no compra la elegancia. Puedes coger una funda barata, añadirle un bonito pañuelo, unos zapatos grises y un bolso maravilloso, y siempre será elegante.
El dinero no compra la elegancia. Puedes coger una funda barata, añadirle un bonito pañuelo, unos zapatos grises y un bolso maravilloso, y siempre será elegante.