-
En cuanto a lo primitivo, me remito a ello porque seguimos siendo muy primitivos. ¿Cuántos miles de años de cultura, piensa usted, han frotado y pulido nuestros bordes en bruto? Probablemente uno; en el mejor de los casos, no más de dos. Y eso nos retrotrae al salvajismo gritón, cuando, groseros de cuerpo y obra, bebíamos sangre de los cráneos de nuestros enemigos, y aclamábamos como el más alto paraíso las orgías y carnicerías del Valhalla.