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Si hay una razón para mantener la pared muy tranquila, elija un patrón que funcione en todas partes sin líneas pronunciadas... Dicho muy sucintamente, el efecto arquitectónico depende de un buen equilibrio entre horizontal, vertical y oblicuo. No hay reglas que digan cuánto de cada uno, así que nada puede sustituir a la sensación y el buen juicio.