-
Puede ser la voluntad del Cielo que América sufra calamidades aún más devastadoras, y angustias aún más terribles. Si este es el caso, al menos tendrá un buen efecto. Nos inspirará muchas virtudes que no tenemos, y corregirá muchos errores, locuras y vicios. Pero debo someter todas mis esperanzas y temores a una Providencia dominante, en la que, por muy anticuada que sea la fe, creo firmemente.