Autores:
  • Pero a medida que Van dirigía despreocupadamente el reflector del pensamiento retrospectivo hacia ese laberinto del pasado en el que los estrechos caminos revestidos de espejos no sólo tomaban diferentes curvas, sino que utilizaban diferentes niveles (como un carro tirado por una mula pasa bajo el arco de un viaducto por el que roza un motor), se encontró abordando, de forma aún vaga y ociosa, la ciencia que iba a obsesionar sus años de madurez - problemas de espacio y tiempo, espacio contra tiempo, espacio torcido por el tiempo, espacio como tiempo, tiempo como espacio - y el espacio separándose del tiempo, en el trágico triunfo final de la cogitación humana: Soy porque muero.