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De la mañana a la noche guarda a Jesús en tu corazón, no anheles nada, no desees nada, no esperes nada sino que todo lo que hay en ti se transforme en el espíritu y el temperamento del santo Jesús.
De la mañana a la noche guarda a Jesús en tu corazón, no anheles nada, no desees nada, no esperes nada sino que todo lo que hay en ti se transforme en el espíritu y el temperamento del santo Jesús.