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En el colegio se me daban bien el fútbol y el críquet. Mi padre me dijo: 'Hijo, sé arquitecto', y llegué a Melbourne con la pasión de convertirme en arquitecto.
En el colegio se me daban bien el fútbol y el críquet. Mi padre me dijo: 'Hijo, sé arquitecto', y llegué a Melbourne con la pasión de convertirme en arquitecto.