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Oh, hermoso e inimaginable éter, y vosotros, masas multiplicadoras de luces crecientes y cada vez más crecientes, ¿qué sois? ¿Qué es este páramo azul de aire interminable, donde rodáis, como he visto a las hojas a lo largo de las límpidas corrientes del Edén? ¿Está medido vuestro curso? ¿O os arrastráis en vuestro jolgorio sin límites Por un universo aéreo de expansión sin fin, en el que me duele el alma de pensar, embriagada de eternidad?