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Es bueno que el hombre acepte a pies juntillas los engaños del sentido y las insidias de la carne, y que a través de las nieblas de la sensibilidad persiga los señuelos y las mentiras de la pasión.
Es bueno que el hombre acepte a pies juntillas los engaños del sentido y las insidias de la carne, y que a través de las nieblas de la sensibilidad persiga los señuelos y las mentiras de la pasión.