La persona que gana el salario mínimo federal de 7,25 dólares no sale a comer a restaurantes. No va a clases de piano. No va al gimnasio ni al estudio de yoga. No le envía flores a mamá el Día de la Madre. ¿De qué le sirve a la economía? Si lo subes a 15 dólares la hora, harán todas esas cosas. Y de repente, no sólo prosperan los negocios, sino también las pequeñas empresas.