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Me preocupa más el marketing que se ha impuesto desde los años 70. La era del Jazz, la era del Swing, fueron enormes. Décadas enteras llevaban el nombre de la música. En los años 40 -después de la Segunda Guerra Mundial- los cambios en la fiscalidad, el cierre de los salones de baile, el traslado de la gente a los suburbios y el inicio del marketing de objetivos y la confusión del comercio con el arte provocaron algunas cosas que nos han alejado del jazz y de lo que el jazz nos ofrece.