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Para la mayor parte del mundo, no hay mayor símbolo de América que la Estatua de la Libertad. Ha servido de inspiración a generaciones de inmigrantes. Uno de estos inmigrantes era un poeta y escritor llamado Ameen Rihani. Contemplando su lámpara en alto, se preguntó si su hermana podría ser erigida en las tierras de sus antepasados árabes. Así lo expresó: "¿Cuándo volverás tu rostro hacia Oriente, oh Libertad?".