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Hay muchas restricciones alimentarias en la Biblia, pero dice que está permitido comer grillos, saltamontes y langostas. Decidí aprovechar eso y comer un grillo. Estaba cubierto de chocolate, y no estoy seguro de que así se sirvieran en tiempos de Moisés. Pero se trataba de una regla que parecía una locura por fuera, y que luego resultó ser pragmática y compasiva.