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  • ¿Qué queda que sólo pueda hacer la familia? Según la nueva economía, nada. La opinión dominante hoy en día es que "hace falta un pueblo", que incluso el amor puede subcontratarse a profesores, entrenadores, clubes y mentores. La verdad es que sí se necesita una aldea, una comunidad, pero una comunidad de familias que trabajan, juegan, cooperan y afrontan obstáculos juntas, no una comunidad de instituciones gubernamentales.